Poema La lluvia de Borges

Poema La lluvia de Borges – Palabras del recuerdo

La lluvia de borgesLa lluvia de Borges es un poema que el autor ha escrito pensando en su padre. Podemos objetivar eso tras las últimas palabras del texto. Sin embargo, un análisis más minucioso puede llevarnos a pensar que en realidad el poema habla del recuerdo, de lo que ha pasado.

Cientos de expertos literarios han intentado analizar los trabajos de artistas como Borges, pero a fin de cuentas muchas veces sus poemas provienen de sus sentimientos, de su alma y solo podemos adivinar lo que estaban pensando. Sabemos por la historia de su vida, que el padre del escritor significo un pilar importante en la interpretación que Borges le da a la poesía, a las palabras, como símbolo de trascendencia, más allá de la comunicación.

Poema La lluvia de Borges

Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto

Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.

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5 comentarios en “Poema La lluvia de Borges

  1. Pingback: Jorge Luis Borges - Biografía - La Pluma y el LibroLa Pluma y el Libro

  2. Aunque no es el que más admiro de su obra, me parece genial
    Gracias por compartirlo!

  3. Es un autèntico poema borgiano: belleza literaria , metàfora y metafìsica. Admirable.-

  4. María Mercedes Lamilla en dijo:

    Cada vez que se lee algo de Borges.. parece mejor! ?

  5. Luz Maritza Ramírez B. en dijo:

    Hermoso poema. Refiere la lluvia como algo intemporal, como una autopista que atraviesa el pasado, el presente. Las vivencias de los seres alimentan sumándose a esa gran biblioteca de recuerdos que en ese instante de lluvia son revelados para todos los que la escuchan en forma de emoción. Muy parecido a lo que era la figura del ángel para Rilke.

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