El poema Soneto a Cristo crucificado y breve reseña del mismo
El Soneto a Cristo crucificado, también conocido por su verso inicial «No me mueve, mi Dios, para quererte», es una de las joyas de la poesía mística en lengua española. Muchos críticos lo consideran de lo mejor de la poesía en lengua española, de la segunda mitad del siglo XVI.
Aunque su autor permanece desconocido, se atribuye con gran fundamento al Doctor de la Iglesia San Juan de Ávila, (algunos lo atribuyen también al agustino Miguel de Guevara, que lo publicó en su obra Arte doctrinal y modo general para aprender la lengua matlazinga (1638), mientras que otros señalan a otros autores).
Si bien apareció impreso por primera vez en la obra del doctor madrileño Antonio de Rojas Libro intitulado vida del espíritu (Madrid, 1628), circulaba desde mucho tiempo antes en versión manuscrita.
El argumento más sólido para la atribución del Soneto a Jesús Crucificado a Juan de Ávila, como señala Marcel Bataillon, es que el precedente de la idea central del soneto (amor de Dios por Dios mismo) se halla en bastantes textos del Santo:
La atribución a Santa Teresa de Jesús no se sostiene porque la mística abulense no supo manejar los metros largos; tampoco puede atribuirse a San Francisco Javier ni a San Ignacio de Loyola, porque de ellos no se conserva obra poética alguna estimable.
Montoliú, por otra parte, defiende la tesis de que el autor del soneto pueda ser Lope de Vega.
Más allá de su autoría, sus palabras son un reflejo de la excelencia en la escritura de la época, y del pasado de la iteratura española.
Poema: Soneto a Cristo crucificado
(anónimo español – Siglo XVI)
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
¡Tú me mueves, Señor! Muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muévenme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
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excelente!!!
Excelente, no lo conocia
Estaba muy equivocada..siempre crei que era de la autoria de Sor Juana Inés de la Cruz!
Me encantó….es hermoso para mantenerlo en nuestros poemas de cabecera.
EXCELENTE POEMA , EXPRESANDO EL AMOR A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Hermoso!! ya lo conocía y lo he mencionado e mi sitio, creyendo también que pertenecía a Sor Juana Inés de la Cruz. es repito… hermoso!!! Gracias por