La verdadera Alicia de Lewis Carroll

La verdadera AliciaAlice Liddell, la verdadera Alicia del País de las Maravillas, de Lewis Carroll.

¿Quien fue en realidad fue Lewis Carroll?

Seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson (1832-1898)
Fue un matemático, fotógrafo y novelista británico. Diácono anglicano, su tartamudez, las dudas doctrinales y su extraña personalidad fueron obstáculos que le dificultaron ejercer a pleno actividades de su iglesia, dedicándose en cambio a trabajar como docente y a colaborar en revistas literarias, adoptando el seudónimo por el que sería universalmente reconocido. También fue muy aficionado a la fotografía.

Siempre hubo una nebulosa en torno a su verdadera y controvertida personalidad y continúa siendo un misterio apasionante, intentar desentrañar de que manera aspectos poco transparentes de su vida influyeron en su obra.

«El hombre que amaba a las niñas», una publicación de Servando Rocha para La Felguera Editores, intenta con un sugerente título poner luz y clarificar este misterio.

El volumen, que incluye un prólogo de G.K. Chesterton, recoge la traducción de unas 70 cartas y unos 80 retratos realizados por Lewis Carroll.

Ya en vida del autor de «Alicia…», se sabía que Carroll manifestaba una extraña obsesión por las niñas e incluso portaba permanentemente una maleta con juguetes para ellas. Era notorio su infatigable intento, por retratarlas buscando situaciones idílicas y marcos muy bellos para enmarcar a sus heroínas.

Tenía un baúl de trajes, con los que muchas veces las disfrazaba para representar personajes de cuento o de leyenda o situaciones como la mendicidad y las fotografiaba mientras las distraía con cuentos, acertijos y juegos. Conservaba siempre las fotografías, con el nombre de las niñas escrito por ellas.
Previamente, se dirigía por carta a sus padres pidiéndoles permiso para retratar a sus hijas, aunque nunca les dijo que alguna vez haría desnudos con ellas, sino a través de una metáfora «un vestido hecho de nada».

¡Lectura recomendada!  La quema de libros de 1933 - Un día lúgubre

A su muerte, en 1898, el escritor dejó un legado de diarios, unas 700 cartas y 600 fotografías. Fueron sus biógrafos los que unos 50 años después comenzaron a buscar en este material y encontraron que parte estaba mutilado o contenía tachones efectuadas por los herederos, para ocultar situaciones y hechos confusos y oscuros.
Aunque algunas familias conservaron las fotografías, muchas de ellas se perdieron, pero se sabe que en su legado, se encontraron unas cinco imágenes de desnudos infantiles en un sobre cerrado bajo la consigna «quemar antes de abrir». En los años 60 del siglo XX, fueron descubiertos por el investigador Helmut Gernsheim, quien consideraba a Carroll el mejor fotógrafo de niños del siglo XIX.

Abandonó la fotografía, por los problemas que tuvo con las familias de sus modelos, debido a algunas fotografías de desnudos que hizo. Él mismo destruyó la mayoría de ellas junto con buena parte de sus diarios.

Sin embargo, Servando Rocha precisa que el amor de Carroll por sus retratadas era  «no sexual» pues ninguna de ellas, de adultas, denunció maltrato alguno por parte del autor.

Curiosamente, Carroll se negaba a retratar niños y cuando alguien le preguntó por qué motivo, su respuesta fue tajante: «Soy selectivo. Esa raza no me interesa».

Pero hubo para él, una niña diferente, Alice Liddell, la verdadera Alicia fue llamada. 

La verdadera Alicia fue la niña británica que inspiró a la protagonista de la novela, su musa. La foto en la que posa como mendiga, es quizás la más conocida.
Carroll escribía cartas a modo de juegos, acertijos, rimas, a veces escritas de atrás hacia adelante y se advierte claramente la influencia de Alice Liddell en ellas.

¡Lectura recomendada!  Tres rosas amarillas para Antón Chéjov

Creativo y con una inmensa capacidad de juego, como demuestra en sus libros, Carroll demostraba comportamientos propios de una timidez enfermiza, pero daba rienda suelta a su imaginación en estos juegos que acababan en retratos, donde las modelos adoptaban muchas veces actitudes impropias de su edad.

No se conserva ninguna documentación, correspondiente a los dos o tres años en que duró la fascinación de Carroll por Alice Liddell, pero se sospecha que llegó a pedirla en matrimonio cuando ella sólo contaba 13 años.
Esto se deduce, porque sí se conserva una carta de los padres de Alice, en la que conminan a Carroll, a que no se acerque nunca más a la menor.

Sobre sus tendencias sexuales y su relación con la verdadera Alicia (Alice Liddel) o su hermana mayor, Lorina, todo lo que puede afirmar se basa en especulaciones ya que no existen pruebas o declaración alguna por parte de ninguno de los involucrados, que indique algo al respecto.

Algunos detractores apuntan, a que en las desaparecidas páginas del diario de Carroll, éste declaraba o hablaba sobre su atracción sexual por las niñas, pero también son especulaciones imposibles de comprobar.

Sea como fuere, la historia refiere que las hermanas Liddel paseaban con Carroll una tarde de verano de 1862, cuando le pidieron que les contara un cuento y el escritor les relató la aventura de la pequeña Alicia, que caía en la madriguera de un conejo, para entrar en el mundo de fantasía que todos conocemos, transformándose así en la verdadera Alicia fuente de inspiración de su historia.
A Alice le gustó tanto el cuento, que le pidió a Carroll que lo escribiera. Éste así lo hizo, entregándoselo dos años después, como regalo de navidad, en manuscrito y con ilustraciones realizadas por el mismo.

¡Lectura recomendada!  Los aforismos de José Naroski

La verdadera Alicia 1Otros escritores, a los que Carroll les había mostrado el manuscrito, le animaron a editarlo, lo que ocurrió finalmente en 1865, cuando aparece publicada Alice´s Aventures in Wonderland – («Alicia en el país de las maravillas»), firmado ya con el seudónimo de Lewis Carroll y con ilustraciones de John Tenniel.

Más adelante, gracias al éxito de la obra, Carroll publicó una segunda parte; «A través del espejo» y lo que Alicia encontró allí. En 1886, apareció una edición facsímil del manuscrito que el autor había regalado a Alice, con su título e ilustraciones originales.

La buena relación de Carroll con la familia Liddel, cesó de manera tajante a mediados de los sesenta (siglo XIX), no se conocen las causas, pese a que Carroll y Alice mantuvieron luego correspondencia durante muchos años, sus encuentros fueron muy esporádicos y fríos.

Lo cierto es que Carroll, fue y seguirá siendo un personaje controvertido y objeto de críticas por esas actitudes y comportamientos que tuvo ante niñas pequeñas (aunque todo esto se viera de forma diferente, en aquella sociedad del siglo XIX),

Para sacar cada uno sus propias conclusiones. No nos corresponde a nosotros juzgar.

Si te ha interesado la nota por favor valora la misma para los demás lectores:

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (69 votes, average: 4,80 out of 5)

Cargando...

5 comentarios en “La verdadera Alicia de Lewis Carroll

  1. Ciliana Maria Garcia Giraldo en dijo:

    No tenia idea del contexto de esta obra ni de la vida de su autor..fue muy interesante el articulo

  2. Alicia en el pais de las maravillas es mucho mas que un cuento para niños ! Es una historia fantastica con una gran cantidad de ironia y percepciones sobre lo absurdo !

  3. Un escritor controvertido cuya conducta hoy hubiera sido motivo de crítica y denuncia. El artículo tiene muy buena información.

  4. Lewis Carroll era una persona con síndrome de Asperger.

  5. Interesante artículo, lleno de información para mí desconocida de Lewis Carroll, autor de «Alicia en el pais de las maravillas» y de su inspiradora Alice Lidell!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *