(1898 – 1971)
Escritor argentino de formación autodidacta, que, en la primera mitad del siglo XX, incursionó y abarcó con sus trabajos todos los géneros literarios. Dueño en sus inicios de una estética de vanguardia, derivó pronto hacia una sencillez y simpleza compositiva que caracterizó a posteriori su estilo.
La amplia gama de su obra abarcó el humor, la ternura, la reflexión y la nostalgia que aparecen con forma de poesía, en «El Grillo» y «Claro desvelo».
Conrado Nalé Roxlo, en su obra dramática, incluyó la farsa en «Una viuda difícil» (1944) y con un tratamiento poético, recreó antiguas e increíbles leyendas «La cola de la sirena» (1941), «Judith y las rosas» (1956).
Colaboró también en la redacción de la biografía de Alfonsina Storni (1965)
Hombre de profundo sentido lírico, cultivó el teatro con un estilo propio, al tiempo que acrecentaba su popularidad escribiendo relatos de humor, con ácida comicidad y sutil ironía, bajo el seudónimo de Chamico y cuyo inmediato éxito, dio lugar a que fueran recopilados en volúmenes como Cuentos de Chamico (1941), El muerto profesional (1943), «La medicina vista de reojo» (1952), «El ingenioso hidalgo» (1965), entre otros.
La madurez de su vida lo llevó a una etapa de reflexión y melancolía, convirtiendo sus formas poéticas en meditación profunda y amarga. De gran contención formal.
Claro desvelo» (1937) y «De otro cielo» (1952), pertenecen a ese período, mientras que en «Antología apócrifa» (1969), glosa de forma humorística, los estilos de varios autores contemporáneos, administrando magistralmente la ironía y el sarcasmo.
El crítico León Mirlas, al analizar su obra escribió:
«La Cola de la Sirena es la comedia de la ilusión y un canto de amor, pero no del amor hacia la mujer en sí, sino hacia la ilusión que la mujer es capaz de despertar en nosotros.»
Este es en realidad el tema propiamente dicho de esta obra: el hombre, incapaz de amar a otra persona como ser humano, ama siempre solamente el sueño con el que rodea a la otra persona. Si este sueño adquiere alguna vez una forma palpable adaptándose a la vida real, entonces se extingue el amor y el hombre se dirige hacia otro sueño.
Conrado Nalé Roxlo, evita con un humor caprichoso y lleno de fantasía el peligro de caer en un sentimentalismo romántico.
De este modo resulta una comedia extraordinariamente densa y sugerente, con un contenido expresivo muy personal.
Es frecuente que conozcamos a un autor literario, recién a partir de la difusión masiva de su obra y de la fama de esa circunstancia derivada.
Pero siempre detrás de cada historia personal hay una infancia vivida y un niño participante que duerme y sueña escondido esas vivencias.
Es el caso de Conrado Nalé Roxlo, ese niño ingenuo y tierno aparece reflejado en bellos poemas, pequeñas historias de vida disfrazadas de poesía que encierran tantos misterios y que fueron capaces de encantar a lectores desde los 6 a los 99 años.
Interpretar, entender el lenguaje de animales, hadas, duendes, gnomos, interactuar y dialogar con ellos en su imaginaria lengua, es parte de esa fantasía especial de un mundo mágico, donde todo es posible.
Un mundo de hechizos, sortilegios, embustes que nos transforma y nos lleva a vivir en ilusiones, todo lo alguna vez soñamos que podíamos alcanzar.
Para ese niño que fue y para todos los niños que entienden y comparten ese lenguaje, en el cual poco importa a veces conocer o no el exacto significado de una palabra, pero si importa descubrir la magia, fascinación y encanto que encierran esas letras.
- A ellos dedicó el libro «El Grillo« (1923)
- Poemas inolvidables de Conrado Nalé Roxlo
Espero les haya gustado la reseña y si es que les ha interesado continúen con la búsqueda de su obra.
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