La soledad en la literatura, retratada en poemas inolvidables de grandes autores
La soledad, esa inefable talladora del espíritu. Parafraseando una de las citas más logradas de Federico García Lorca en la búsqueda de un párrafo para iniciar este escrito, comenzamos a transitar por un camino que conduce directamente a una temática muy cara a nuestros sentimientos y estados de ánimo y que la pluma excelsa de inspirados poetas recorrió asiduamente: la soledad.
Leyendo a autores inmortales que embellecieron el arte lírico universal de todos los tiempos, podríamos extraer excelentes definiciones de la soledad:
Juan Ramón Jiménez:
«En la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva.»
Luis Cernuda:
«Cómo llenarte soledad sino contigo misma.»
«Soledad y multitud, seguirán siendo deberes elementales del poeta de nuestro tiempo.»
D. H. Lawrence:
«¡Es inútil intentar liberarse de la propia soledad! ¡Hay que aguantarla toda la vida. Aunque a veces, sólo a veces, el vacío se llene!».
Sin entrar en complejas interpretaciones científicas, describimos la soledad como “un estado consciente y singular, personal e independiente caracterizado por la carencia de compañía y falta de contacto con otras personas». Se la considera una experiencia subjetiva con distintos grados o matices, que puede ser voluntaria (cuando la persona decide estar sola) o involuntaria (causada por distintas circunstancias de la vida).
Casi todos los poetas se atrevieron a representar con palabras y a su manera, esta situación tan especial, diferente y única, que se da al estar o sentirse solo; ese sentimiento tan amargo y doloroso que, para muchos autores, influyó significativamente en el desarrollo de su vida y en el contenido de su obra literaria.
El genial Edgar Allan Poe compuso cuando tenía 20 años recién cumplidos, un poema estremecedor y emotivo (Alone), que pinta crudamente la soledad que marcó su vida y su estilo. El manuscrito original está fechado el 17 de marzo de 1829, apenas un mes antes, el 28 de febrero, había fallecido su querida madre adoptiva, Frances Valentine Allan.
Solo (Alone) – Edgar Allan Poe
Desde el tiempo de mi niñez, no he sido
como otros eran, no he visto
como otros veían, no pude sacar
mis pasiones desde una común primavera.
De la misma fuente no he tomado
mi pena; no se despertaría
mi corazón a la alegría con el mismo tono;
y todo lo que quise, lo quise solo.
Entonces -en mi niñez- en el amanecer
de una muy tempestuosa vida, se sacó
desde cada profundidad de lo bueno y lo malo
el misterio que todavía me ata:
desde el torrente o la fuente,
desde el rojo peñasco de la montaña,
desde el sol que alrededor de mí giraba
en su otoño teñido de oro,
desde el rayo en el cielo
que pasaba junto a mí volando,
desde el trueno y la tormenta,
y la nube que tomó la forma
(cuando el resto del cielo era azul)
de un demonio ante mi vista.
Conmovedor resulta también este inolvidable poema de Mario Benedetti, en versos que resuenan como ecos de lejanas y adormecidas vivencias.
Soledades – Mario Benedetti
Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad
después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad
ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo
sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo
los datos objetivos son como sigue
hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola
si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente
después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad
conforme
pero
que vendrá después
de la soledad
a veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.
Rosalía de Castro, una de las grandes poetisas de la literatura española del siglo XIX aportó también su poema:
Soledad
Un manso río, una vereda estrecha,
un campo solitario y un pinar,
y el viejo puente rústico y sencillo
completando tan grata soledad.
¿Qué es soledad? Para llenar el mundo
basta a veces un solo pensamiento.
Por eso hoy, hartos de belleza, encuentras
el puente, el río y el pinar desiertos.
No son nube ni flor los que enamoran;
eres tú, corazón, triste o dichoso,
ya del dolor y del placer el árbitro,
quien seca el mar y hace habitable el polo.
Y para Jorge Luis Borges, la soledad tenía un sinónimo:
Ausencia
Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.
Justo es reconocer que para otros pensadores y escritores célebres, la soledad no siempre iba acompañada por esa pesada percepción que abruma el espíritu y en ese sentido, se expresaron con una visión más generosa y optimista:
«La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes».
Arthur Schopenhauer (Filósofo alemán)
«Soledad: Un instante de plenitud».
Michel de Montaigne (Escritor y filósofo francés).
«La soledad es muy hermosa, cuando se tiene alguien a quien decírselo».
Gustavo Adolfo Bécquer
«La soledad es a veces la mejor compañía, y un corto retiro trae un dulce retorno».
John Milton (Poeta inglés).
«La soledad es y siempre ha sido la experiencia central e inevitable de todo hombre».
Tom Wolfe (Periodista y escritor estadounidense).
Tal vez, escribir poesía no alcance a mitigar la sensación de desamparo que lleva a la soledad, pero no deja de ser un consuelo para el alma. Y escribiendo…¿Quién comprende mejor que un poeta ese abismo insondable de tristeza y melancolía, esa angustia de sentirse desterrado de uno mismo?. Sentimiento, que el novelista polaco Joseph Conrad explicó con muy pocas palabras: «Vivimos como soñamos, solos».
Si te ha interesado la nota por favor valora la misma para los demás lectores:
Muy interesante y bonita la nota me encanto.
Soledad un instante de plenitud. Michel de Montaigne.
Muchas gracias Susana por el aporte…
EXCELENTE !!! AMO MI SOLEDAD <3
Saludos Elsa, gracias por seguir el blog…
Interesante texto, y los poemas muy hermosos, que describen la soledad en diferentes matices
Muy interesante. Me gustan las frases, sobre todo la de Schopenhauer.
Me encanto la nota.
Estoy aprendiendo a vivir en soledad
Solo quién ha conocido la amarga soledad, puede gozar de la más dulce felicidad. Al igual qué, solo podemos besar el cielo, quiénes hemos estado en el infierno.
Las cosas buenas de la vida se hallan en pequeños detalles cotidianos, donde no la buscan los que nunca se han llenado los pies de fango. Aprovecho para saludaros.
Tópico vital de la poesía; la soledad es la lira que templa el verso del poeta. Sólo se percibe la soledad en la fragua de las letras. Excelente ensayo , adelante.
Excelente! Aporto a Lope de Vega: A mis soledades voy/ de mis soledades vengo/ porque para andar conmigo/ me bastan mis pensamientos.
Muchas gracias Viviana por el aporte…
Me cautivó este blog desde que leí por primera vez Flores Amarillas… “La soledad es a veces la mejor compañía, y un corto retiro trae un dulce retorno”.
John Milton (Poeta inglés).
Muchas gracias Emi
Todo lo que he leido y compatido me encantó.Gracias por publicar una página así.
Gracias Susana por seguir el blog, saludos
La soledad, libremente elegida, no es negativa. Siempre se está con uno mismo. Igualmente, el estar acompañado no siempre es positivo. A menudo es pura evasión y gregarismo. Una persona egregia es la que está fuera de la grey. Solución :el término medio, ni gregario ni lobo estepario.
Muchas gracias Enrique por el aporte y por seguir el blog
La soledad en compañía es sentirse solo. Cuando estás solo no te puedes sentir en soledad, porque siempre estás contigo.