Cómo hacer para que los niños lean – Una preocupación de los padres actuales
Recuerdo que, cuando era muy pequeño, mis padres y mi abuela se tomaban el trabajo de tomar un libro y enseñarme a leer, todas las noches. Pues si uno quiere saber cómo hacer para que los niños lean lo importante es que, en un principio, alguien debe ocuparse del asunto.
Primero que nada, antes de plantear el cómo hacer para que los niños lean trataremos el tema de la importancia de que, un niño pequeño, alrededor de los tres o cuatro años, comience a leer, y luego a escribir. ¿Por qué es que hablamos de esta edad? Pues por la sencilla razón de que en esa etapa el sistema nervioso del pequeño se encuentra en desarrollo y ávido de conocimientos, pues será un poco más fácil si se inicia desde temprano en esto de la lectura. Como todo lo que se aprende desde más pequeño, se realiza con más facilidad, e incluso se crea un hábito.
Se sabe que alrededor de los tres años comienzan cambios en el cerebro del niño destinados sobre todo a un proceso de «interacción social» y al «aprendizaje». Biológicamente hablando se inician procesos de nexos entre neuronas que, interaccionando, componen el desarrollo estructural del órgano y lo vuelven capaz de adquirir información y retenerla. En la infancia estos cambios estructurales lo volverán apto para incorporar lo que el entorno le aporta, mientras que en la adolescencia sufrirá un nuevo cambio estructural más tendiente a la abstracción.
Existen algunos estudios que han intentado afirmar la existencia de una predisposición genética hacia la lectura, o hacia el aprendizaje en sí. Esto, en general, es cierto y podemos encontrar pequeños con mayores facilidades que otros. Sin embargo, todas las personas nacen con la capacidad de lograrlo, y muchas veces el estímulo y el esfuerzo valen más que una habilidad innata.
Los Cinco puntos más importantes de cómo hacer que los niños lean son:
- Ejemplo: Este es quizás uno de los principales. No podemos pretender que un niño aprenda a leer y crezca disfrutando de esto cuando nosotros, sus padres, no nos acercamos a la biblioteca más que para quitarle un poco el polvo. Si somos lectores es muy probable que ellos empiecen imitándonos, y descubriendo el mundo de la lectura.
- Estímulo: Los pequeños deben ser estimulados a diario, y desde pequeños. Un niño que crece en un ambiente donde se lo anima a aprender día a día es un niño que crece y se desarrolla de una manera más rápida, y probablemente con una diferencia de habilidades con el resto. Si pretendemos que nuestros pequeños lean deberemos, desde una temprana edad, sentarnos junto a ellos, abrir un libro y recitarles de a poco las palabras para ir adecuándolas a ellas.
- Constancia: El enseñar a leer a un niño no es algo que se consiga de la noche a la mañana. No pueden simplemente leerle un libro y esperar que él, como por arte de magia, haya comprendido la forma de hacerlo. Esta enseñanza requerirá esfuerzo y dedicación, como todo en la vida.
- Interacción: Cuando hablamos de interacción nos referimos a dos partes importantes, una es la interacción del eje familiar con la escuela, ya que, hoy en día existen los espacios para pequeños de tres o cuatro años donde una de las ventajas es la enseñanza. Si se combina la familia y la maestra los resultados pueden mejorar. Por otro lado, hablamos de interacción entre la lectura y la escritura, y es que, si el pequeño no recibe además una instrucción básica sobre el abecedario, sobre las vocales, sobre su fonética, sobre como unir las letras formando palabras, es muy difícil que pueda leer. El aprendizaje de ambos debe ser algo, en cierta manera, conjunto.
- Un método: Como casi todas las cosas la existencia de un método facilita en gran medida el aprendizaje de la lectura. Existen en el mundo numerosos centros que se dedican a preparar gente para este tipo de enseñanzas, y a realizar estudios sobre la mejor manera de hacerlos. Pueden imaginar que no es lo mismo enseñar a leer a un pequeño con un libro con imágenes que con un diario, o saber qué tipo de textos son mejores, o encontrar técnicas que favorezcan su atención.
Con respecto a los métodos existen en general dos o tres tipos. El clásico es el principal, y es el que generalmente se lleva a cabo en todos los hogares. Los puntos anteriores pueden ayudar a que el método llamado «clásico» sea mas eficiente. Existen otros que están realizados por gente que se dedica a estudiar mucho sobre el tema, y elabora técnicas en conjunto con psicólogos y basados en estudios, de los que hay algunos más renombrados.
Investigando he encontrado uno que puedo sugerirles que es bastante renombrado (entre los que he investigado y visto), llamado DOMAN, que se encuentra ofrecido en una página muy seria de España, que incluso ofrecen carreras universitarias sobre otros temas. Posee alrededor de veinte clases en forma de video-tutoriales y lo dicta una escritora llamada Elisa Guerra, especialista en el tema, y puede ser útil a los padres que estén interesados. Les dejo el link a continuación:
Con respecto al método clásico los pedagogos suelen dividirlos en un método globalizado en la que, la palabra es enseñada como un todo unificado, y un método analítico, en la que la palabra se desarma en fonemas y segmentos, y cada parte es ofrecida al pequeño. En general este último es más utilizado en los hogares si bien no es nada fácil, ya que además corresponde hacer asociar a cada sílaba o segmento de la palabra con un sonido.
Seguramente cada padre puede ir probando alguna técnica en particular, y si quieren comentar alguna con el resto de los lectores, están invitados. Con el fin de continuar generando lectores futuros, ningún esfuerzo es demasiado.
Un niño que lee hoy, será un adulto preparado el día de mañana…